El Portal de nuestros parques...


En nuestros Parques de Estudio y Reflexión, sus edificios y monumentos; el Portal tiene un papel muy significativo pues “marca el límite, entre la externalidad del mundo y la interioridad del ser humano buscando producir un cambio en el estado interno de todo aquel que entra a este lugar.
Los portales de los Parques están inspirados en los arcos tori de los santuarios shinto.
Se levantan indicando la posibilidad, invitando a superar un límite, a atravesar el umbral para adentrarse en otros espacios y tiempos mentales.”



Más comentarios sobre el tori, una leyenda y festividad
El tori es una “Puerta especial para los Dioses, separa el mundo finito del infinito”.
Un tori es un arco tradicional japonés que suele encontrarse a la entrada de los santuarios Shinto (Jinja), marcando la frontera entre el espacio profano y el sagrado. Es la puerta que marca el límite entre el mundo material y el mundo espiritual, entre lo finito y lo infinito. Está compuesto por dos columnas sobre las que se sustentan dos travesaños paralelos, frecuentemente pintados de tonalidades rojas. Algunos poseen tablas escritas montadas entre las barras horizontales. Los tori tradicionales son de madera o piedra, pero hace pocos años se han comenzado a hacer en acero o acero inoxidable.
Los templos del dios Inari poseen normalmente, además del tori de acceso, muchos otros, erigidos uno detrás de otro, formando pasadizos a veces muy largos. A menudo una persona que ha tenido éxito en los negocios dona un torī en muestra de gratitud. En Kioto el templo de Fushimi Inari, tiene miles de estos arcos.
La palabra tori es de origen desconocido. Una teoría es que el primer carácter puede venir de tori (pájaro) y la i de (lugar), siendo un arco tori un lugar diseñado para que los pájaros se posen. Esto se debe a que en el sintoísmo, los pájaros son considerados mensajeros de los kami. Otra teoría es que el término provenga de toriiru (pasar y entrar).

La leyenda
Una leyenda japonesa muy antigua, relata que Amaterasu, la diosa del Sol, estaba tremendamente molesta con su travieso hermano, por lo que se había ocultado en una caverna y tapado la entrada con una roca, provocando un eclipse. Los hombres, temiendo que el Sol no volviera, construyeron por consejo de un sabio una gran pértiga para pájaros y colocaron allí todos los gallos del pueblo. Cuando los gallos comenzaron a cacarear ruidosamente, la diosa no resistió la curiosidad y se asomó fuera de la cueva, abriendo apenas la entrada de la cueva. Entonces un enorme luchador de sumo empujó la roca, permitiendo salir al Sol. Dicha cerca para los gallos fue el primer arco tori. Desde entonces, el tori se convirtió en símbolo de prosperidad y buena suerte y su uso se extendió por todo Japón.

Festividad Tori no Ichi
En el mes de noviembre se celebra el Festival de Tori no ichi o Festival del gallo, que tiene lugar en el día del gallo coincidiendo con el antiguo calendario chino, organizado en ciclos de 12 días y en los cuales cada día está dedicado a un animal. Según el año, el mes de noviembre tiene dos o tres días dedicados al gallo y las fiestas del Tori no ichi se llaman Ichi no Tori (el primer día del gallo), Ni no Tori (el segundo día) y San no Tori (el tercer día). Este año el mes de noviembre tiene dos días del gallo, el 12 y el 24.
El motivo del este Festival que se celebra en algunos santuarios de Japón, es para agradecer la cosecha del año y desear que el año venidero sea igual o mejor. Es por eso que los comerciantes y los agricultores se acercan a la feria para adquirir el Kumade (mano de oso).
El Kumade, antiguamente estaba hecho de bambú; es un rastrillo que se usa para recoger hojas, para remover la tierra y es un instrumento agrícola importante. Como la mayoría de las costumbres y tradiciones, los japoneses relacionan el rastrillo con la buena suerte, porque con los dientes o púas podrán atraer la buena suerte de la misma forma que se recogen las hojas caídas al suelo. En la actualidad los Kumades se decoran con muchísimos objetos de buena suerte y prosperidad en los negocios y para desear una buena cosecha en el sector de la agricultura.
Cuando una persona compra un Kumade, los dueños de las tiendas lo celebran con la costumbre de dar golpes de palma al estilo japonés llamados Tejime para desear buena suerte. Ese voceo, ese repetir a coro una palabra al ritmo de golpes de palma es una parte importante de la Feria Tori no Ichi.